viernes, 7 de agosto de 2009

Monkeys Entre Renos

El día ha comenzado tranquilo. Siguiendo nuestras más arraigadas costumbres, hemos desayunado como si fuera la última comida de nuestra simiesca existencia. Teníamos unos 600 Km de recorrido hoy hasta Reno así que el día se antojaba un poco aburrido hasta la llegada.

Como somos los Monkeys in USA, no podíamos tener ni un solo día aburrido, así que a eso de las 11 de la mañana, con un viento de cojones, un cartel de la autopista ha salido despedido de su anclaje, y cómo no, ha decidido que el mejor sitio hacia el que volar era nuestra amada y querida Toyota Sienna. De la ostia que nos ha zumbado, nos ha rallado y abollado toda la carrocería de la parte derecha y de paso, nos ha descojonado el retrovisor del mismo lado. Tras rebotar en nuestro coche, decidió ir a zumbarle otra ostia al camión que teníamos detrás. Ésta le debió de doler, porque por fin aterrizó en la carretera y dejó de sembrar el pánico entre los conductores. Nos paramos en arcen, y tras comprobar que todos seguíamos perfectamente y nuestro todopoderoso (pero gafado) vehículo solo tenía daños de chapa, llamamos al 911, como en las películas y cómo no, volvimos a alegrarnos (una vez más) de ese pedazo seguro a todo riesgo que contratamos al alquilar el vehículo.

Tras unos 10 minutos de espera, se nos presentó un auténtico Maddle Man del cuerpo de policía para tomarnos los datos y abrir un parte de accidente para nuestro seguro. Tras un ratillo con Super-Poli, quedó todo solucionado y seguimos camino de Reno.

El resto del camino, sin más problemas. Una comida rápida en un auténtico tugurio en medio de la nada y tras un par de horitas llegamos a Reno. Nos buscamos hotel y salimos a conocer la ciudad.

Primero, nos enteramos que hay una casa-vasca en Reno, así que decidimos ir a visitar a nuestros compatriotas. El problema es que cuando llegamos, nos encontramos con un camarero que no había visto ni una postal de nuestra tierra, que nos comentó que en realidad, los únicos Vascos que íbamos a encontrar hoy allí, éramos nosotros. Tras tomarnos unas poderosas birras y recobrarnos del chasco, decidimos ir al centro de Reno y pegarnos una vuelta por los casinos de turno. Casualidades de la vida, resulta que hoy en Reno había una exhibición de coches antiguos, así que hemos podido contemplarlos en toda su magnitud. Desde las preciosidades de coches antiguos, hasta los rugidos todopoderosos de los brutales muscle-car americanos. Ya os enseñaremos vídeos y fotillos del evento.

Por lo demás, Reno, es una ciudad de casinos. Mucho más cercana que Las Vegas, para mi gusto. Te hace sentir más cómodo.

Bueno, nos despedimos. Mañana visitaremos el lago Tahoe y esperamos llegar hasta San Francisco antes de la noche. Os seguiremos informando.

1 comentario:

  1. Hola!!!!

    Joe lo q no os pase a vosotros...pro seguro q os lo estais pasando mu mu bien de todas formas asiq a seguir bien!!!
    Ademas, asi resulta mas entretenido y nos keda la intriga d q os pasara mñn :-P

    Muxos muxus!
    Nerea

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