sábado, 8 de agosto de 2009

La odisea de encontrar un hotel...

Hoy hemos salido de Reno rumbo a Carson, primera parada de nuestro periplo. Allí hemos visitado el museo de trenes, y cómo no, hemos hecho amigos. El guarda del museo, resulta que cuando era joven (ahora tiene aproximadamente los mismos años que Matusalem) estuvo trabajando por España y Portugal, y se dedicó un buen rato a contarnos sus peripecias. Como anécdota, nos contó que antes había un restaurante Vasco en el pueblo y era conocido porque cuando ibas a comer allí tenías que dejar de comer un día antes, para estar a la altura. La verdad, es que si conservó algo de tradición el garito, razón no le faltaba al amigo.

Tras ver los trenes y discutir un rato sobre el tamaño y la jugosidad de los chuletones, pusimos rumbo al lago Tahoe. Éste, es un paraje magnífico. Las montañas al fondo reflejándose en las cristalinas aguas, todo rodeado de precioso bosque. Es lo que se conoce normalmente como un lugar precioso. Como no podía ser de otra forma, los Monkey-machos desafiamos a la pulmonía y los elementos, pegándonos un baño en tan maravillosas aguas al más puro estilo ibérico. Ya sabéis, con bañador hortera, los dientes apretados, el culo apretado y cagándonos en el jodido frío que hacía.

Después de recuperar el calor corporal y poder volver a mover los miembros sin espasmos, nos pegamos una comida bastante decepcionante y arrancamos para San Francisco. Llegamos a eso de las 19:00, con la esperanza de encontrar rápidamente un hotel. A las 23:30 hemos conseguido habitaciones a unos 15 Kilómetros de San Francisco. Como veis, la eficiencia siempre ha sido nuestro fuerte.

Bueno, habrá que dormir, que mañana es el último día que estamos en esta tierra bárbara y tenemos mucho que hacer.

Un saludo simiesco. Os seguiremos informando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario